LA IGLESIA; ¿UNA INSTITUCION O UNA INQUISICION MUTANTE?

jueves, 25 de febrero de 2010


Hay decenas de mujeres que sufren daño físico o mueren como consecuencias de abortos inseguros realizados en la clandestinidad: recordemos que el aborto es la principal causa de muerte materna en nuestro país. Esto nos muestra la ineficacia del sistema que penaliza el aborto, y el daño que está provocando: en pos de la defensa a la vida, éste es el mayor instrumento contra la vida. Es un absurdo.
Hay diversas posiciones sobre cuándo comienza la vida, cuándo un ser se convierte en persona, por ejemplo, hay teorías que hablan de que la vida comienza a partir de la anidación, cuando se forman determinados elementos neurológicos. ...y el Estado frente a esta situacion deberia abstenerse y dejar de penalizar el aborto.
Hay eu diferenciar vida con persona. El Código Civil, que es tan invocado, dice que hay vida desde el momento de la concepción, pero también precisa que todos los derechos que se puedan adquirir están sujetos al nacimiento. Lo dice textualmente el artículo 70. Esto significa que el feto si nace con vida tiene derechos, si no, es como si no hubiera existido. Entonces, no es lo mismo que una persona.

EL DERECHO AL ABORTO UNA CUESTIÓN DE DERECHOS HUMANOS

El Derecho a elegir voluntaria y libremente la maternidad -el derecho a tener hijos o no tenerlos y por lo tanto a interrumpir un embarazo en un momento dado- se fundamenta en una serie de derechos humanos ya reconocidos: el derecho a la igualdad y la no discriminación, a la autodeterminación, a la vida, a no ser sometido a torturas, a la libertad y seguridad personales, a no ser objetivo de injerencias arbitrarias en la vida y la familia, a la libertad de pensamiento, conciencia y religión (estos derechos forman parte de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos).
"Cada uno de estos principios -plantean las autoras- puede ser violado mediante actos de invasión o abuso -por funcionarios gubernamentales, proveedores de salud, parejas masculinas, miembros de la familia, etc.- o mediante actos de omisión, negligencia o discriminación por autoridades públicas (nacionales o internacionales). "
Integridad corporal: el derecho a la seguridad y control del propio cuerpo es quizás el aspecto que más peso tiene en el concepto de libertad sexual y reproductiva.
La individualidad: el respeto a la capacidad moral y legal de las personas implica el respeto a su autodeterminación. En lo que se refiere a las mujeres y sus decisiones reproductivas, el concepto de autonomía en la toma de decisiones implica el respeto por la manera en que las mujeres toman decisiones, por los valores que tienen peso para ellas y las redes de otras personas a las que eligen consultar.
El respeto por la individualidad de las mujeres implica la accesibilidad a una amplia gama de métodos anticonceptivos y el derecho a un aborto legal y seguro.
La igualdad referida a cuestiones reproductivas implica la promoción de anticonceptivos para los hombres, pero no sólo eso. Idealmente comprendería también sistemas educativos y laborales que incentivaran la participación de los hombres en el cuidad y crianza de los/as hijos/as.

Extractos tomados de la "Despenalización del aborto", campaña 28 de setiembre, Día por la Despenalización del Aborto en América Latina, Bolivia, 1999.


¿CONTRA EL ABORTO O CONTRA LAS MUJERES?

( El sociólogo catalán Joseph-Vicent Marques desmenuza el discurso latente de los penalizadores ).

El discurso penalizador del aborto es en sí mismo una ficción, en cuanto se presenta como antiabortismo. Defender la penalización aborto no es evitarlo, pero quienes la defienden dan a entender que realizan algún tipo de cruzada o acción global contra el aborto. Su argumentación adquiere el aparato retórico de la evitación del aborto aunque sea un discurso estrictamente penal y no profiláctico. Sitúan así a los despenalizadores en el incómodo terreno de aparentes exaltadores del aborto. No hay por qué permitirles que realicen esta operación tranquilamente. Si ser antiabortista es tratar de evitar el aborto, entonces sólo somos antiabortistas los que propugnamos un programa radical de igualdad de los sexos, la superación de la fijación coital, el acceso a los anticonceptivos y la absoluta protección social a los niños. Los penalizadores del aborto no pueden llamarse honestamente "antiabortistas" más de lo que pueden llamarse filántropos los que piden mano dura para evitar la mendicidad callejera.
(No quieren que no haya abortos sino sólo que sean clandestinos y peligrosos.
Cuando hayamos recuperado la sexualidad libre, y el nacimiento de un niño sea una fiesta privada por cuenta pública, el aborto será innecesario. Hasta entonces, penalizarlo sólo es castigar a una víctima. Nosotros contra el aborto; ellos, contra las mujeres.)

la exageración de llamarle persona al feto no se acompaña de otras consecuencias (bautizo, inscripción en el registro, entierro, etc.),que las de reprimir el aborto.
En ocasiones se matiza diciendo que el feto es ya es germen de la persona. Niegan así todo umbral diferencial del proceso evolutivo. No parece nada claro que una cosa sea ya aquello que va a ser.
Ya hemos apuntado que los penalizadores identifican el germen con su resultado, negando todo umbral diferencial del proceso evolutivo, para decir que el feto es ya vida humana en el sentido de persona. Estan negando las teorias cientificas de la evolucion.
Hay una serie de contradicciones o de preferencias sorprendentes que en general son bien conocidas. Recordemos algunas:

1. Contradicción entre estar a favor del "niño" en cuanto vida intrauterina y no del niño en cuanto a vida extrauterina. ¿Dónde estaría el derecho real a ser traído a una sociedad neurotizante, a una clase social no explotada, a una nacionalidad no oprimida, etc.?¿Dónde el derecho a ser deseado ya que no consultado?

2. Contradicción entre estar "contra el aborto" y a menudo estar contra la información sexual, los anticonceptivos, etc. ¿Desean realmente evitar el aborto?

3. Contradicción entre estar "contra el aborto" y a menudo a favor de la pena de muerte, el rearme, etc.

Estar por la penalización de los abortos y contra los anticonceptivos es coherente en cuanto que son dos formas de subordinar la sexualidad a la procreación. Del mismo modo, no es contradictorio estar preocupado por aumentar el número de habitantes del planeta y aprobar, expresa o tácitamente, el despilfarro de los recursos naturales, puesto que son dos formas de irresponsabilidad. Se hace, pues, evidente la existencia de una ideología por debajo de las afirmaciones antropológicas de los penalizadores. No pecamos de desconfiados si tratamos ahora de rastrear el discurso profundo que hay por debajo del discurso oficial de los penalizadores. No vamos a cuestionar su buena fe subjetiva ni el grado en que sinceramente se sientan horrorizados ante lo que consideran un asesinato. Afirmaremos simplemente que su condena del aborto como asesinato unifica y respetabiliza una serie de actitudes menos respetables que sólo indirectamente salen a la superficie.

EL DISCURO LATENTE DE LOS PENALIZADORES.

La penalización del aborto es una de las formas como un sistema social se asegura una abundante reproducción. En ese sentido no es cualitativamente distinto de la penalización de la sexualidad o de la reducción de toda sexualidad a genitalidad y la prohibición o ridiculización del sexo fuera de la edad reproductora. La determinante infraestructura de este reproductivismo o natalismo es doble; puede considerarse una necesidad de todo sistema social en épocas históricas de elevada mortalidad y es una necesidad adicional de toda clase dominante políticamente expansionista o interesada en una abundante mano de obra. Así, el natalismo que la clase dominante proyecta sobre el vecindario la sobrevaloración del momento de aparición del "nuevo ser" frente al proceso que constituye al ser humano en interacción, propone la complacencia en la abundancia de la estirpe frente al objetivo de la felicidad de la misma y alimenta la beata contemplación del niño como hazaña o juguete de los padres, escamoteando los datos dramáticos de la infancia desdichada.
(No se trata de hacer el máximo de niños sino de hacer el máximo de niños felices.
No se trata -como decís- de niños o comodidad, sino de niños felices o niños desgraciados. Las flores no lloran. ¿Porqué queréis hacer el máximo de niños y el mínimo de flores? A los ogros también les gustan los niños.)
Todo natalismo supone ya una forma clara de reducción de la mujer al papel más o menos embellecido de máquina reproductora. Sin embargo, el aspecto más asombrosamente misógino del asunto está en que la penalización del aborto niega la capacidad moral de la mujer. Aunque a veces el discurso penalizador se conmueve vagamente con la imagen de la mujer acorralada por la opinión pública o las dificultades económicas (complacencia en la imagen de debilidad femenina), ni siquiera considera la posibilidad de que el acto de interrumpir el embarazo sea un acto de intención ética, negándole a la mujer la capacidad de estimar su propia disponibilidad para la maternidad. Para ellos, la mujer no tiene capacidad de preocuparse por un posible niño: es sólo instintivo. Y ni siquiera les preocupa un aspecto del aborto: su carácter de violencia sobre el cuerpo de la mujer. Es sin embargo el aspecto que hace al aborto indeseable.
(Una mujer es algo más que una madre. Una madre es algo más que una máquina de parir.
Se puede, pues, perder justificadamente la tranquilidad del ánimo disertatorio para afirmar que el discurso penalizador del aborto no es sino; una faceta más de la dominación masculina, que el feto es persona y más que persona porque es captado como el carcelero de la mujer y que las feministas tienen razón al sospechar inelegantemente que si los obispos y los políticos pariesen, el aborto sería legal. Como sociólogo me he encontrado con miles de conjeturas mucho menos fundamentadas.
(El aborto es ilegal por ser femenino. La guerra es masculina.)


Los profesionales argentinos que tanto admiran la medicina norteamericana y europea, en este punto no quieren “ver” y “dar cuenta” que en esos países el aborto es legal, desde hace ya 20 años o muchos más en varios de ellos.

LO QUE NOS DICEN LOS CURAS CATOLICOS.

Lo que no dicen los curas

La jerarquía católica asegura que la Iglesia siempre defendió la vida desde la concepción. Pero no es verdad: sólo desde 1869, la Iglesia se opone al aborto estrictamente.
En sus 2000 años de historia, ha habido numerosos debates para definir en qué momento un embrión en desarrollo se convierte en un ser humano. San Agustín, por ejemplo, planteaba que el aborto temprano no era un homicidio. La mayoría de los teólogos opinaban que el aborto no es homicidio en el principio del embarazo porque entendían que el feto se transforma en humano en algún momento posterior a la concepción. Sólo una minoría sostenía lo opuesto.
Pero en 1864 el teólogo Jean Gury introduce la idea de que matar a un ser humano en potencia es como matar a un ser humano real, lo que sentó las bases para que, en 1869, el Papa Pío IX afirmara que cualquier aborto es homicidio. Recién en 1917 esta idea de que existe vida humana inmediatamente después de la concepción recibió el apoyo del nuevo Código de Ley Canónica. Llamativamente, esta disposición se establece al mismo tiempo que la Revolución Rusa otorgaba el derecho al aborto libre y gratuito a todas las mujeres de la ex - Unión Soviética, por primera vez en el mundo.
Sin embargo, lo que es más llamativo es que la misma Iglesia que considera la vida desde la concepción, casi nunca bautiza ni ofrece misas de difuntos para los niños que nacen muertos al término de un embarazo.

( La información corresponde al libro La historia de las ideas sobre el aborto en la Iglesia Católica, lo que no fue contado, de Jane Hurst y publicado en 1992 por Católicas por el Derecho a Decidir.)


El Comité de Derechos Humanos de la ONU, que examina violaciones al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (que la Argentina ratificó en 1986), destacó con preocupación la relación entre leyes que restringen el aborto y los riesgos para la vida de las mujeres y recomendó la reforma de estas leyes. El Comité de los Derechos del Niño, que evalúa el cumplimiento de la Convención sobre los Derechos del Niño (ratificada por Argentina en 1990), instó a los gobiernos a revisar las leyes que prohíben el aborto en aquellos casos en que los abortos inseguros contribuyen a generar altas tasas de mortalidad materna.

La adhesión al Protocolo Facultativo es un paso trascendental porque, al ofrecer la posibilidad de recurrir ante un organismo internacional, protege a las mujeres argentinas de la discriminación que enfrentan en casi todas las esferas de sus vidas. Sin embargo, el gran desafío pendiente es armonizar las leyes penales con los tratados internacionales con jerarquía constitucional y avanzar en la creación de un programa integral de políticas públicas sobre salud reproductiva, prevención de embarazos no deseados, provisión de métodos anticonceptivos gratuitos y educación sexual.

ARGENTINA: ABORTO CLANDESTINO: UN PACTO DE SILENCIO
En la Argentina se practican mas de 500.000 abortos cada año. Muere mas de una mujer pobre por día por la clandestinidad del aborto y su realización en pésimas condiciones sanitarias. Esta discriminación social y sexista se acentúa cada vez mas con la miseria y exclusión crecientes.
Según la Organización Mundial de la Salud, América Latina es la región del mundo donde se realizan mas abortos. Y es el ultimo reducto que le queda a la Iglesia Católica para seguir imponiendo sus concepciones ideológicas.
Vivimos en un país laico. La defensa de la democracia implica que ningún dogma o religión determinada se imponga al conjunto de la sociedad. Sin embargo, en agosto pasado, en un evento promovido por Menem y el Vaticano, los candidatos presidenciables se (re)unieron con los enviados del Papa para manifestarse contra el derecho al aborto. Esa reunión transparento lo ya conocido: la contradicción entre las necesidades reales de la sociedad y los intereses materiales de estos políticos y partidos. Demostró claramente que no nos representan dado que la sociedad no ha sido escuchada ni consultada respecto de este tema. Pero la realidad es testaruda. La verdad estalla sobre su moral hipócrita y sobre las alianzas y concertaciones. Zulema Yoma
puede contarlo. Otras miles no pueden hacerlo. Nosotras alzamos nuestra voz contra el silencio para defender nuestros derechos.
Los que dicen que están contra el aborto, están a favor del aborto ilegal.
Al Estado, a la Iglesia Católica y a los partidos políticos con representación parlamentaria - salvo honrosas excepciones personales - no les preocupa que las mujeres aborten. Lo que quieren es que lo hagan fuera de la ley. Son los mismos que se oponen a la existencia y difusión de programas que den a todas/os acceso a los métodos anticonceptivos eficaces y seguros y a la información sexual. El derecho al aborto es el derecho humano de las mujeres a decidir sobre la interrupción de su embarazo. Un derecho, que como tal, no obliga a ninguna mujer, solo otorga la facultad de ejercerlo o no, segun las propias creencias. En defensa de este derecho básico y de la libertad de decidir, en 1990 el Encuentro Feminista de América Latina y del Caribe designo el 28 de septiembre como Día de Lucha por la Legalización del Aborto. Diversos sectores de nuestra sociedad ya se han pronunciado en favor del derecho al aborto, entre ellos, los Encuentros Nacionales de Mujeres que reúnen anualmente 10.000 participantes desde hace 13 años. Por primera vez, en mayo de este año, los sindicatos agrupados en la CTA (Central de Trabajadores Argentinos) en su Segundo Congreso Nacional, y otras organizaciones de la sociedad civil, resolvieron apoyar la despenalización del aborto.
Somos parte importante de la acción transformadora de esta sociedad, para revertir su cultura de sometimiento y opresión. No deleguemos nuestra capacidad de decisión. Despleguemos nuestro poder, nuestra proyección y nuestra voz junto a las de otras y otros en un futuro común.

ANTICONCEPTIVOS PARA NO ABORTAR, ABORTO LEGAL PARA NO MORIR COORDINADORA POR EL DERECHO AL ABORTO.


Participa de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito

Del 28 de mayo al 25 de noviembre.

"educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir"

La campaña consiste principalmente en la recolección de firmas a favor de despenalizar y legalizar el aborto. Se lanzó en cada provincia el 28 de mayo, Día internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, y finalizará con una marcha federal hacia el Congreso de la Nación el 25 de Noviembre, Día de Acción contra toda Violencia hacia la Mujer.


http://www.derechoalaborto.org.ar/campana/campana.htm

IMPERIO; TRANSFORMACIONES Y VIGENCIA


El siguiente informe especial presenta un detallado panorama del estado actual de la cultura en los Estados Unidos. En él podrán leerse cuáles son las ideas rectoras que la sustentan, así como las expresiones más importantes de su literatura, de su cine, de su música y ciencia. También, la forma en que los estadounidenses perciben su cultura, la manera en que la proyectan sobre todo el planeta y algunas voces críticas que se alzan contra su influencia en el mundo.

La historia es así: un francés y un argentino van al cine. Al concluir la función, el primero dice que la película "n'était pas mauvais" (literalmente, "no era mala" ); el argentino, en cambio, afirma que "fue genial". Ambos, en realidad, están diciendo que la película era buena, pero lo están haciendo a través de la lengua de cada uno y desde las posibilidades que sus respectivas maneras de percibir la realidad les permiten. Entonces, traducir lo que se dice no sólo tiene que ver con las palabras que se emplean, sino más bien con la manera de entender el mundo que cada pueblo tiene. Tanto más vale el ejemplo cuando se trata de traducir culturas. Para colmo, cuando éstas son relativamente próximas, los malentendidos se reproducen exponencialmente. A tal punto que tanto Robert Louis Stevenson, en el siglo XIX, como Paul Theroux, en el siglo XX, se sirvieron del recurso para describir, con el consiguiente escándalo de los retratados, las costumbres de los franceses en Auvernia y los hábitos de los ingleses en el interior de Inglaterra, empleando una retórica similar a la utilizada por los exploradores clásicos para referirse a los nativos africanos. Así, plantar unas papas en un huerto o un juego de dardos en un pub se convertían en complejas ceremonias dignas del relato de un etnógrafo.

Otras palabras

Por lo dicho, se comprenderá que cuanto mayor carga simbólica tengan las palabras -esto es, cuanto mayor abstracción conlleven-, tanto más difícil será su traducción. De ahí, entonces, que ciertas categorías políticas se modifiquen profundamente al cambiar de hemisferio o, según se las emplee de uno u otro lado del Atlántico. Por caso, se recordará un famoso artículo de Susan Sontag, publicado durante el gobierno de Ronald Reagan -y reproducido por Clarín en ese entonces-, donde se comparaba la virulencia de los discursos contra el comunismo de éste con los sermones que el pastor Johnattan Edwards pronunció contra la brujería desde su púlpito en el siglo XVIII. Sontag demostraba que los recursos retóricos eran los mismos y concluía que las categorías políticas empleadas por los estadounidenses, aunque recibieran los mismos nombres que en Europa o Latinoamérica, no remitían a los mismos conceptos.

Los ejemplos en este sentido podrían acumularse infinitamente y siempre sería necesaria una "traducción". Dicho lo cual, vale la pena echarles un vistazo a esos incomprensibles Estados Unidos y, por qué no, a nuestra percepción de ellos.

Una realidad aparte

¿Cómo entender un país donde la infidelidad conyugal de un presidente es más grave que la violación sistemática de la propia Constitución? ¿Qué decir de un lugar en que los ciudadanos pueden armarse contra el propio Estado, accediendo sin el menor problema a las armas que, en otros países, serían consideradas como "de guerra"? ¿De un lugar donde las religiones -fundamentalmente algunas curiosas interpretaciones del cristianismo- asumen las formas más estrafalarias del planeta? ¿De una nación moderna donde, en algunos de sus estados, se prohíbe la enseñanza de las teorías de Charles Darwin por considerarlas incompatibles con las "verdades" de la Biblia? ¿De una sociedad multicultural que no se asume como tal y desprecia a sus minorías? Y lo más extraordinario, ¿qué pensar de un país que, a través de sus intelectuales y artistas denuncia todas estas cosas públicamente?

En razón de la influencia que los Estados Unidos ejercen sobre el mundo y atendiendo a las consecuencias que estas cuestiones tienen sobre todo el planeta, lo fàcil, lo inmediato, sería demonizar al país, considerándolo apenas como una superpotencia teocrática, inspirada por un capitalismo cerril, cuyas consecuencias ponen en jaque el futuro de la humanidad. Y aunque es probable que eso sea cierto, también es justo decir que los Estados Unidos son muchas otras cosas, de las cuales no pocas se manifiestan en el campo de la cultura. De esto, justamente, trata este número especial, que pretende, entre otras cosas, intentar "traducir" a nuestro castellano esos extraños Estados Unidos y, a la vez, detectar algunas de las maneras en que su permanente presencia termina por modificar nuestra percepción del mundo.

Fuente: http://www.clarin.com/suplementos/cultura/2007/11/24/u-00811.htm

Estado Social De Derecho En Colombia

sábado, 20 de febrero de 2010

El objetivo de analizar esta tematica consiste en "Identificar, Entender y Comprender el Estado Social De Derecho como una premisa instituida en la constitucion politica de 1991 y que vincula a la totalidad de habitantes en Colombia y en el mundo"